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“Compartiendo el conocimiento” / El marco institucional

Juan Carlos Martínez Muñiz

“el factor humano es el que cambia la realidad, el que la trata, la domestica, y la pone en su nueva situación”




Juan Carlos empezó a trabajar en otro ayuntamiento, pero la mayor parte de su trayectoria profesional se desarrolló ya en Coruña, “su ciudad”. A través de su relato, pausado y reflexivo, pero no exento de contundencia, va transcurriendo el tremendo cambio cultural de los últimos cuarenta años.



Yo cuando empecé, y no era en este ayuntamiento era en otro que no voy a citar, incluso con la mentalidad que podía tener en aquella época me llamaba la atención el maltrato al ciudadano, maltrato despótico, abusivo, de alguien que iba allí a pedir cosas y que se le daban o no en función de… bueno a veces del capricho de la persona que te atendía.

Hace cuatro décadas, hablar servicios a la ciudad era hablar de alumbrado, de alcantarillado, de parques, y jardines, de aceras y calzadas… Las personas, aunque sin ellas las ciudades no existirían, vinieron después, con su generación, que fue a la que le tocó protagonizar ese vuelco hacia el sentimiento de servicio público.

A Juan Carlos le gusta caminar su ciudad e ir reconociendo las huellas de su trabajo en aquel centro cívico, aquel polideportivo, aquel jardín en donde están jugando unos niños… Incluso cuando la aportación hubiera sido algo tan “prosaico” como haber conseguido la financiación“.

Cultura organizacional y salud democrática

Su larga trayectoria profesional en la dirección de área de la alcaldía le dan una visión sólida sobre el funcionamiento y la necesidad de evolución, por eso cree que los mandatos demasiados largos pueden no resultar adecuados y que los relevos de gobierno aportan ideas y frescura. Está convencido de que la necesidad de adaptación mutua es un sano ejercicio de salud democrática.

Juan Carlos es un gran conversador, pero, sobre todo, un pensador. No sólo no elude temas sino que, cuando surgen, los hace aterrizar y los contextualiza con preguntas y matices, como fue haciendo con los conceptos de participación, de administración relacional, de gobernanza…

… realmente yo creo que depende menos de las formas como de la realidad, de la necesidad que sienta la gente de participar. Cauces de participación hay muchos

Afirma que hay mucho trabajo por hacer en muchos ámbitos, y que hay que irse decantando por las formas que den mejores resultados, pero cuidando siempre de que no se establezcan oligopolios o nuevas discriminaciones. Asume la responsabilidad que en todo esto corresponde a los trabajadores públicos, pero poniendo siempre por delante la necesidad de visión y asunción de responsabilidades de nuestros representantes políticos.

Innovación y conocimiento

Otra moda que le hace sonreír es la de la “innovación”, algo que siempre ha existido

La palabra lo que nos permite es ponerla en el escaparate de aquello que podemos ofrecer y que la gente demanda, y que la gente nos pide

Tampoco glorifica el conocimiento, que es valioso sí, pero también puede resultar anquilosante. Dice que a veces los relevos generacionales pueden ser una excelente ocasión para “eliminar la grasa que sobra”. En lo que no tiene duda es en la importancia que ha tenido, tiene y tendrá, el factor humano en todo el proceso de aprendizaje. Y que quien ha tenido un buen maestro, sabe el valor que tiene

El maestro lo primero que te genera es la necesidad de escuchar

La palabra clave es “lealtad”

¿Qué supone un cambio de grupo político que viene a gobernar? Bueno, pues para los que estamos dentro y formamos parte de la organización, la persona que pone el pueblo en el despacho, en nuestro jefe, el que marca las políticas, los objetivos, los tiempos y las formas de hacer. Y nosotros le ayudamos con nuestros conocimientos técnicos, sean administrativos o diciéndoles cómo hay que hacer las cosas para que sean ordenadas y jurídicamente válidas y correctas y, desde el punto de vista técnico, pues el ingeniero o el arquitecto le dirá el coste, el tiempo y las dificultades que tiene cada proyecto o cada idea que tenga.

Pero al mismo tiempo, ya digo que tiene sus inconvenientes de cierta ruptura cada vez que hay ese cambio, también está la sabia nueva, las ideas nuevas, la gente que viene y nos ve de diferente forma y nosotros tenemos que convencerles también y de hacer nuestra labor de decir… de explicarles por qué muchas cosas eran así o se hacían así, las ventajas que tiene también, que a veces desde fuera no se ven

¿Cuáles son las claves para una relación de confianza? Yo, creo que el tándem político-funcionario, trabajando con esas claves de lealtad y respeto mutuo, es un tándem muy eficiente. E decir, el político que capta mucho mejor que el funcionario lo que el público quiere y lo que necesita, las necesidades públicas, las exigencias… porque viene de ahí, viene de la calle y está todo el día en la calle… plantea lo que hay que hacer, cuando hay que hacerlo, cómo hay que hacerlo, a qué coste hay que hacerlo.

Y el funcionario lo ordena, lo organiza para que se haga realidad. Si nos respetamos mutuamente, y mi experiencia… es que es relativamente fácil conseguir ese… ese buen funcionamiento de esa maquinaria… Son… … al fin y al cabo es un juego de controles, tú no te metes en lo de él, él no se mete en lo tuyo, más que para controlarlo de que sea cierto. Y entonces, el resultado final… es bueno.

Manuel José Díaz Sánchez

Quizá la primera persona que los recibe en el ayuntamiento, antes de tomar posesión, es el Secretario, porque la Ley Orgánica de Régimen Electoral nos atribuye un poquito esa función.


el aire de la ciudad hace libre también incluso de los propios fantasmas de las personas

Manuel José Díaz Santos tomo el relevo en la secretaría general del concello en 2011, tras la jubilación de Francisco Javier Mato, su antecesor en el cargo.

Su conversación destila orgullo, experiencia y convencimiento sobre la importancia de la administración local, a la que se incorporó en 1984. De hecho, su tesis doctoral fue sobre el interés local:

la idea que ha presidido históricamente las administraciones locales en su continuidad, es buscar lo mejor para la ciudad y esto es una construcción de generaciones… es decir, nosotros heredamos una ciudad construida por generaciones anteriores… que la han cuidado, que la han minado, que la han tratado de que fuese mejor, y a partir de ahí, hay una obligación de incorporarse a ese proceso

Manuel se muestra determinante en que la administración tiene que mirar a la ciudadanía y está convencido de que una de las grandes claves del futuro está en el concepto comunitario de la prestación de servicios.

Los dieciséis años que lleva ejerciendo el cargo de secretario (de ellos ocho en Ribadeo) le aportan también un enfoque didáctico sobre ciertos aspectos legales relacionados con la administración que, como ciudadanía, no tenemos por qué conocer. Y es que entre sus funciones está la acogida a las corporaciones electas que, en muchos casos, no tienen una experiencia previa

cuando hay un cambio político… digamos en el cual se incorporan personas que no tienen una experiencia previa, pues hay que empezar, digamos, a montar todo el ayuntamiento de nuevo: el sistema de comisiones informativas, de delegaciones de funciones… es un proceso efectivamente pues pedagógico y tratando de transmitir la experiencia que existe de la casa… de cómo las cosas pueden funcionar eficazmente y tratando al mismo tiempo de que el nuevo gobierno, o los nuevos concejales, puedan orientar lo que quieren hacer, digamos con una estructura administrativa previamente existente

En realidad, esa es la magia, y el milagro, de las administraciones locales, porque las personas electas para gobernar la ciudad traen diferentes bagajes profesionales y personales y de repente se ven metidas en medio de la maquinaria administrativa repleta de procedimientos que se perciben obstáculos. Y ahí ha de entrar en juego la pedagogía y la habilidad de negociación de ambas partes, aunque, como recalca en más de una ocasión, en el ámbito jurídico, defendiendo siempre el interés público, las cosas tampoco son blancas o negras y que el ordenamiento jurídico, bien estudiado, las proporciona.

En cualquier caso, la Europa del futuro va en esa dirección, en que las cosas se deben resolver en el nivel más próximo a la ciudadanía y eso implica un importante campo de desarrollo (y asignatura pendiente) a desarrollas desde la administración local:

… ahora venimos de una subsidiaridad vertical, que llegaría a las administraciones locales, y una horizontal, que es dentro de los ámbitos locales, en el nivel más próximo al ciudadano… que no tiene por qué ser el aparato administrativo, aunque sea quien lo financie… y quien lo supervise y lo dirija, y no necesariamente a través de empresas con ánimo de lucro

Necesidad de construir valores comunitarios

Manuel cree que los procesos de participación no deben limitarse al momento de las elecciones, y que es necesario habilitar canales y mecanismos de retroalimentación para saber si los servicios se están prestando de forma correcta, si la ciudadanía se siente escuchada y si su opinión (o su mandato) se ha tenido en cuenta.

Nos hallamos ante retos importantes, pero posibles. Porque la idea que ha presidido históricamente a las administraciones locales es su continuidad, es buscar lo mejor para la ciudad y esto es una construcción de generaciones

nosotros heredamos una ciudad construida por generaciones anteriores… que la han cuidado, que la han minado, que la han tratado de que fuese mejor, y a partir de ahí, hay una obligación de incorporarse a ese proceso

El proceso lleva su tiempo y hay que ejercer mucha pedagogía para colocar el bien común por encima de intereses individuales, para ir creando, poco a poco, orgullo de ciudad. Y para eso es importante impulsar y mantener la “voluntad de servicio público” en el seno de la administración local:

… dentro yo creo que el sentimiento se forma si… la gran mayoría del colectivo humano… tiene claro que su trabajo es valioso, para que esa ciudad se construya, sea una ciudad… potente, con una gran calidad de vida

Manuel cree que el factor humano es la clave y, al mismo tiempo, un reto apasionante para el camino que debemos seguir transitando. Porque ahora que las necesidades básicas empiezan a estar cubiertas, hay que enfocarse en la calidad, en los criterios de prestación de los servicios, en la sostenibilidad. Y todo empieza con las personas que prestan los servicios y que ponen cara al ayuntamiento, que es quien debe servir de ejemplo y el que inicia la cadena de valor porque “generamos lo que vemos”.

La pedagogía de “lo público”

El medioambiente no es una palabra, ni un debate lejano. Hay que hacer pedagogía para que se entienda como calidad de vida, pero necesitamos entender que hacer las cosas bien implica recursos, y que mantenerlos es una responsabilidad compartida. Porque la ciudad es “un marco de convivencia”.

Sin embargo, esta pedagogía de “lo público” empieza por el trato y la vocación de servicio, porque la mentalidad ha cambiado y ya no se acepta una relación jerárquica desde la administración y el funcionariado hacia la ciudadanía.

ese chip cambia porque es el derecho de la ciudadanía, pero es que el derecho de toda persona a un trato digno, con lo cual evidentemente hay que cambiar la mentalidad organizativa… ya no nos dirigimos a la sociedad del ordeno y mando sino a sociedad de los consensos compartidos … efectivamente es un cambio que la ciudadanía va asumiendo

Pero la administración local cambia porque, a diferencia de otras, tiene que estar a pie de calle. Quizá falte todavía interiorizar otros criterios como la eficacia o el control del gasto, entendiendo esto como la idoneidad de los servicios que se prestan, pero también en las competencias y partidas presupuestarias porque son muchos los ámbitos en los que la administración local lleva actuando en ámbitos cuyas funciones, legislativamente, no le correspondían.

de prestar lo más elemental se ha pasado a una preocupación por la calidad de vida, acertando y desacertando, en un proceso muchas veces dialéctico, pero que lleva, con una ciudad como esta, por ejemplo, a tener una red de bibliotecas públicas espléndidas…. que tenga una buena red de servicios sociales… de que haya centros sociales en todas las zonas de la ciudad…. tenga sus infraestructuras culturales diversificadas


Cesar de la Fuente

el cerebro electrónico que había costado 8 millones y pico de pesetas… de las del año 62… y, bueno, era una máquina… puramente secuencial… no tenía medios de almacenamiento magnéticos…



el_marco_institucional.txt · Última modificación: 2024/02/22 13:52 por iagoglez

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