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¡Esta es una revisión vieja del documento!


<fc #6495ed>“Compartiendo el conocimiento”</fc> / <fc #6495ed>El día a día de la ciudad</fc>

Lula Ferrer



Mar Boedo y Miguel Torres

Marica: “Con nosotros entró la revolución”

Miguel: “no notábamos la expansión de la ciudad, pero de trabajo sí, hasta tenía que venir la policía



Mariam Ferreiro y Xosé Anxo Vidal


Pili Lorenzo y Ana Oedreira


Ricardo Rodríguez

Con el tiempo asimilas conocimiento, pero eso requiere tiempo y mucha atención


Ricardo Martínez Rodríguez, Jefe Técnico del INCE. Se encarga de la dirección técnica y mantenimiento de los recintos IMCE | Teatro Rosalía, Coliseum, Forum, Ágora.

Hace años las fiestas en la ciudad eran más callejeras y se les ponía más corazón. Cada barrio organizaba las suyas y las asociaciones, con las que había una relación fluida, contrataban a las orquestas. De aquella el papel del ayuntamiento era dar cobertura a los barrios localizando emplazamientos y montando los escenarios municipales con material propio, que se almacenaba en la sede de los bomberos. San Juan daba el pistoletazo de salida y ya no paraban hasta septiembre.

Otro punto álgido era navidad, montaban toda la parafernalia y visitaban los barrios, los colegios, la cárcel… Incluso alguna vez le tocó hacer de rey mago.

Ricardo empezó en la empresa privada y entró en el ayuntamiento porque en Fiestas necesitaban que alguien gestionara el material del ayuntamiento, que estaba muy abandonado.

Nosotros no teníamos edificios, solo el pabellón de los deportes, donde se hacían los conciertos. Los teatros eran privados, y el Rosalía se alquilaba.

A partir del 95 ya no se hacen los montajes callejeros y se empieza a contratar empresas para todo y Ricardo, con todo el equipo que estaba en Fiestas, se fueron para el Rosalía, que estaba en muy malas condiciones y muy abandonado. Hubo que desmontarlo todo y recuperarlo, tarea que fue de la mano del arquitecto municipal y del historiados, para devolverlo a su forma original.

La última antes de cerrar para su remodelación fue “Las comedias bárbaras, porque no exigía grandes requisitos técnicos. Y aunque recuerda el título de la primera obra que se estrenó tras la reinauguración como teatro municipal, sí sabe que era una del Teatro do Atlántico con Patricia Pérez. Y recuerda también con especial cariño “La habitación 22” con María Luisa Merlo y Manuel Tejada.

La recuperación del Teatro Rosalía y su adecuación a los nuevos requisitos técnicos y legales fue todo un reto. Como anécdota, hubo que pasar de los 30.000 watios para iluminación a los 400.000 que hay ahora.

Intente siempre que el teatro fuera acogedor, tanto por el local y las obras como el personal que atiende con lo que ahora se llama “buen rollo“

Ricardo aprendió la profesión desde dentro pero su amor al teatro se fraguó mucho antes, cuando de niño veía las obras de teatro en la tele con su madre. Fueron años con jormadas interminables y semanas de 60, 70 y 80 horas en las que su curiosidad le llevaron a aprender de todo: luces, telas, materiales, prevención de riesgos, AutoCAD… Y nos llamaba la atención porque lo que él considera “su profesión” está hoy en día parcelado en múltiples compartimentos que disgragan el significado y la pasión que transmite en cada explicación, en cada anécdota…

Ya una vez que estás metido en la profesión te fijas en todo para que tu teatro tenga esa línea que tú quieres (…) Soy una persona normal y corriente, no soy un superman pero estoy entrenado. Pero es la curiosidad que tengo que busco y pregunto…

Ricardo se reconoce buen maestro, pero sólo para quien quiere aprender porque “si no se integran, no hay manera”. Le apena ver la dejadez que, al igual que en otros ámbitos, también se va imponiendo en la profesión, y recuerda con emoción las vivencias de cuando llegaban los camiones con todo el equipo de montaje. Pero el teatro Rosalía, sigue siendo la joya de la corona.

Si funciona en Coruña funciona en cualquier sitio

El Teatro Rosalía tiene fama de buena acústica pero es que, como él lo define, “es una caja de música” por la forma y por los materiales. Ahora ya sería imposible hacerlo así. Recuerda cuando en el año 95 vivnieron a grabar aquí “La tabernera del puerto” y Placido Domingo se maravillaba porque apenas necesitaban equipamiento.

Y está el público, agradecido, culto, entrenado. Que no ha cambiado en sí mismo sino que lo ha hecho las propias compañías, que han tenido que cambiar aquellos decorados hechos con mimo por las nuevas tecnologías. Porque el teatro es muy caro, y eso ya no es sostemible hoy en día por el exceso de oferta de ocio, el uso de los tiempos y la dispersión de las aficiones.

En Coruña empiezan y terminan muchas giras. Y sigue siendo el mejor test para las compañías porque si funciona en Coruña funciona en cualquier sitio.

Pero es que hablar con Ricardo del Rosalía es muchas cosas. Es el edificio y su historia, son las compañías, las obras, los actores y actrices con sus miedos y tensiones, es el público con sus expectativas y su respeto.

Pero es también el equipo que hace que todo sea posible, que no respira hasta que se baja en telón y empiezan los aplausos. Por eso, cuando aplaudimos, todos se sienten propietarios.


el_dia_a_dia_de_la_ciudad.1558032495.txt.gz · Última modificación: 2024/02/22 13:40 (editor externo)

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